viernes, 16 de enero de 2009

Sonidos nocturnos de mediana frecuencia.

Acabo de regresar de la casa de mi flaca. Allá vimos “Historias de Ultra tumba”, la serie de Discovery que me hace morir de miedo, pero que sin embargo, veo cada vez que puedo con la misma atención con la que un adolescente mira sus primeras Playboy.

La verdad este capítulo no me dio tanto mellito. Es decir, mantenía un esquema “normal”: había una casa con fantasmas, un tipo atormentado, un par de amigos, una psíquica y por supuesto, los testimonios de las personas reales, pero hubo algo que llamó mucho mi atención: en este capítulo la psíquica iba a verificar si había o no presencia paranormal en la casa utilizando una grabadora común para detectar los sonidos que normalmente el oído humano no capta. Esto se ha visto bastante en otros capítulos de la serie y hasta me parece que en algunas películas y series, por lo que me atrevo a decir -con clara intención irónica- que no es nada del otro mundo.

Lo que realmente me llamó la atención no fue el método que la señora utilizó, sino su simplicidad. Es decir, sólo basta grabar el sonido del ambiente para ver si algo andaba mal, por eso –y esta es la carnecita del post de hoy- estoy dispuesto a dejar mi lactoc capturando los sonidos de mi habitación toda una noche. Así comprobaré si en verdad hay espíritus que me siguen de vez en cuando. Eso, o que ronco, pero algo comprobaré, pero como sé que si llego a escuchar algo me voy a hacer la pichi, no pienso hacerlo de gratis. Por eso, invito a toda mi hinchada a que me deje un comentario. Si llego a la gran suma de 8 comentarios, lo haré. No hay fecha límite ni nada, así que espero el apoyo de la fanaticada para iniciar esta aventura paranormal, así de paso censo a mi gente.

A ver… ¿quién dijo “yo”?

3 comentarios:

Gudelo dijo...

yo!
asumo igual te llevara a escribir algo esa grabacion :P

Anónimo dijo...

ya, te apoyo, pero no me traigas ningun espiritu!-male

Ifel Barrenechea dijo...

yo digo YO! Seguro lo unico que escucharas son los sonidos de ese extraño ser que tienes por mascota.