- ¡A un lado, descarga!
- ¡Se nos va doctor, se nos va!
- ¡Por Dios, reacciona maldito infeliz!
- ¡36 latidos por minuto!
- ¡Segunda descarga!
- Empieza a nivelarse… presión de 40, 42…
- Casi te vas…
- Doctor, hay que llevarlo al hospital…
- Súbanlo a la ambulancia y terminen de estabilizarlo. Ojala que arranque. Este infeliz es más duro de lo que parece y le ha dado un buen golpe a la ambulancia. Espero que despierte pronto.
- ¿Lo conocía?
- No, pero alguien tiene que responder por los daños, sobre todo si ese alguien es así de… ¿¡Pero a quién diablos se le ocurre saltar frente a una ambulancia!? ¡Casi ocurre una tragedia!. Claro, él no me importa, pero… ¿Y si hubiéramos estado llevando a alguien al hospital? ¿Alguien que sí quiere vivir? Probablemente hubiera muerto, pero este infeliz seguiría vivo, como ahora. En coma, pero vivo. Al menos él sí tiene una esperanza, que por cierto no merece. No más que cualquier otra persona. Debe pagar por lo que hizo y por lo que pudo hacer.
- ¡Ya arrancó doctor!
- Vámonos rápido, el infeliz puede morirse en cualquier momento… y no quiero darle el gusto.
Malecón
Hace 2 años