¿A quién hay que matar?
¿Qué debo hacer?
¿Con quién tengo que lidiar?
Mi almohada necesita 5 minutos más,
para revelarme el futuro,
para confiarme sus secretos,
y regalarme sabios consejos.
Sólo 5, y si se puede algunos más.
5 minutos serán capaces de apagar incendios
y calmar bestias legendarias.
Pero si la vida misma se extingue con el tiempo,
con mayor razón se acabará mi noche.
El día renacerá,
y aunque algunos rayos de sol reconfortan
quedará el deseo de seguir envuelto en sábanas.
No para seguir durmiendo,
sino para volver a soñar.
No sé por qué, pero mis 2 últimos posteos los escribí en este formato. ¿Quien sabe?. Quizá alguien los convierta en una canción.
miércoles, 7 de octubre de 2009
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